Las universidades tienen la obligación de trabajar con sistemas que aseguren la calidad de las titulaciones que imparten y de los servicios que prestan. El trabajo con sistemas de calidad exige unos conocimientos y el manejo de unos conceptos que, a priori, pueden parecer oscuros y complejos.
El conocimiento de los sistemas de calidad y su aplicación práctica genera en muchas ocasiones un conflicto en la organización, pues consume recursos materiales y humanos sin que se perciba una utilidad práctica inmediata (más allá del cumplimiento inexcusable de la obligación formal de llevarlo a cabo).
Las universidades y administraciones tienden a implantar sus sistemas de calidad dando instrucciones claras y precisas sobre cómo aplicar el sistema, pero no prestan tanta atención a la difusión de los beneficios que aportan estos sistemas: ¿qué hay que hacer?, ¿cómo se hace? y, sobre todo, ¿para qué sirve?
Es decir, se dan cursos y cursillos, sesiones de formación, presentaciones y meetings, donde los agentes (los que ejecutan) los sistemas de calidad reciben instrucciones, pero no aportan sus reflexiones e inquietudes, ni sus experiencias. Se reproduce, en cierto modo, el formato de la lección magistral que tanto padecimos los que estudiamos en la universidad hace años.
Por eso, el manual Diseño
de conversaciones transformadoras de
la UPM, resulta especialmente útil. Proporciona estrategias para el
planteamiento de reflexiones colectivas, la planificación previa y la difusión
de resultados, que extiende las sesiones más allá del propio acto de la
reunión, además de proporcionar consejos prácticos y plantillas, herramientas y
recursos para hacerlo más eficaz. Todo ello de forma clara, ordenada y sistemática.
Espero poder aplicar lo que he podido aprender en la próxima sesión. Enhorabuena al equipo que lo ha redactado.
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